cuentos
noviembre 22, 2018

¿Les contamos cuentos a los niños?

Contar cuentos era una actividad muy común en el pasado. Yo misma recuerdo a la perfección cuando mi abuelita me contaba cuentos en el borde de la cama, ¡cómo me gustaba!

Hoy día, por el trabajo, porque llegamos agotados, porque no se nos ocurre o por cualquier otro motivo…ya casi no contamos cuentos a nuestros hijos y es una tradición que se está perdiendo. ¿Y si lo retomamos? Os cuento la importancia de ello a ver si nos empuja a ponerlo cada día en práctica.

Contar cuentos no es una simple actividad para conseguir que se queden dormidos, que además, es un tiempo de oro y de calidad para pasar un buen rato con nuestro hija/o y que pueda disfrutar contigo y sentirse feliz. Con esta actividad se estimula y aumenta el lazo afectivo entre madre/padre e hijo. Podemos ganar la confianza de nuestros hijos y que nos cuenten cosas cuotidianas que les suceda y nos sirva ese momento para poder aconsejarles y apoyarles.

Desde el punto de vista del desarrollo, contar cuentos estimula el desarrollo intelectual, desarrolla la creatividad, estimula su memoria y vocabulario. Esto le ayudará a leer mejor, a aumentar la capacidad de expresión y comprensión del niño, y por consiguiente, a tener mejor rendimiento escolar.

Con los cuentos hacemos que los niños sean más reflexivos, aumentando la capacidad de diferenciar el bien del mal, y con los ejemplos y mensajes de las historias comprenden cómo deben actuar y comportarse.

Otros motivos por los que leer cuentos a los niños es, que les ayuda a combatir sus propios temores. El niño se puede identificar con las emociones de los protagonistas, y el conocer el desenlace y lo que le va ocurriendo a lo largo de la historia, supone tener argumentos para afrontar sus propios miedos, con una sensación de mayor control. Por lo que a los niños miedosos, muchos cuentos.

Contar un cuento tranquiliza a los niños, por lo que es una medida efectiva para relajar a niños inquietos. Hace que aprendan a escuchar y a mantener la atención.

¿Y CÓMO SE LOS CONTAMOS?

Elige un lugar cómodo y suficientemente iluminado para leer.

Cuenta el cuento con alegría y entusiasmo para que atraigas la atención del niño, logre comprender la historia, y capte el mensaje. Puedes hacer diferentes sonidos con la voz en los distintos personajes, no se trata que seas un actor, pero esto ayudará a su comprensión y a «meterse» en la historia.

Es bueno que conforme se vaya contando el cuento se le permita al niño ver las ilustraciones.

Mientras lees fíjate en las reacciones del niño, haz las pausas necesarias para que el niño pueda seguirte y escucha sus preguntas si las tiene dejando que el niño participe en el cuento.

Si el niño está cansado no lo obligues a continuar, es su momento de dormir.

Además de leer cuentos puedes probar otras veces a escucharlos con tu hijo. Esto además de ser diferente te ubicará a la altura del niño que escucha, y eso creará una corriente afectiva y de complicidad entre los dos.

De vez en cuando, en algún momento del día, pídele que dibuje alguno de los personajes o escenas del cuento que le hayas leído recientemente. Esos trazos tienen grandes mensajes, ya que allí quedarán expresados los miedos, las expectativas y los intereses que le mueven.

Finalmente, le puedes hacer preguntas al niño relacionadas con el relato, de esta manera podemos ver su reacción, interés y sus dudas sobre el cuento.

UN CUENTO PARA CADA EDAD:

No todos los cuentos sirven para todas las edades, según el desarrollo del niño les estimulará libros diferentes y hay que saber adecuarse para no llegar a aborrecerles.

2-3 años: A esta edad le gustan los cuentos cortos y sencillos para que puedan seguir el hilo de la historia. Es importante que sea de poquitos personajes y muy ilustrados, para que ellos mismos puedan ir señalando los objetos que vayan apareciendo.

4 años: Les encantan los cuentos de fantasía como de hadas, princesas y brujas, países maravillosos y ciudades encantadas.

5 años: Prefieren personajes y situaciones mas reales. Les gusta protagonistas que sean niños y con los que puedan identificarse. En este momento, es una buena oportunidad para introducir cuentos con valores morales como generosidad, compañerismo, alegría, sinceridad…

8 años: Comienzan a gustarle los libros de aventuras y detectives pudiendo aprovechar la introducción de los valores como la empatía, el respeto y el amor.

A partir de los 11-12 años: les entusiasma lo desconocido y lo misterioso. Se recomienda a esta edad novelas más realistas que reflejen su entorno y se puedan identificar con él, pudiendo reforzar también los valores en los mismos.

Bueno, pues ya viendo lo importante y estupendo que es contarle cuentos a los niños os animo a que lo intentéis con vuestros hijos. Es cierto que en el día a día andamos muy estresados y es complicado con el trabajo, pero este es un momento de “relax” que podéis compartir con vuestros pequeños. Una buena manera de acabar el día y que tu hijo disfrutará y recordará siempre, como yo sigo recordando a mi abuela Antoñita.